El primero de los prototipos surgidos del laboratorio ciudadano Estoesloquehay 2.0 Mar de Huesca dio sus frutos con gran éxito de participación, muy buen sabor de boca entre los asistentes y toda la intención de repetir la experiencia; y es que uno
de los tres grupos de trabajo creados en el proyecto detectó la problemática de que, a pesar de su cercanía, las poblaciones habían ido poco a poco dando la espalda al embalse como espacio de ocio y esparcimiento, y que apenas conocían su historia, especialmente los sectores más jóvenes. ¿Cómo revertir esta situación y hacer que la comunidad vuelva a conectar con un espacio tan privilegiado para el disfrute y el ocio como es la enorme lámina de agua del embalse de La Sotonera?
La solución se planteó con la organización de un encuentro que con el título Una tarde en el embalse conformaban toda una serie de acciones que potenciaran esa conexión. Como primera actividad, y con tal de que la inmersión fuera total desde el principio, los más pequeños realizaron acompañados de sus padres un paseo en kayak, en el que de la mano de monitores tuvieron la oportunidad de conocer la perspectiva de su paisaje desde el agua, una animada actividad, de gran éxito, que tuvo que contar con tres turnos de salidas que pusieron a cerca de cien personas en el agua.
Mientras, en la orilla, José, pastor jubilado de Alcalá de Gurrea y miembro del grupo de trabajo, enseñaba a pequeños y no tan pequeños a “hacer saltar la rana”, el antiguo juego de hacer rebotar piedras en el agua, organizándose de inmediato una competición de longitud y número de saltos. Las prácticas de un avión contra incendios recogiendo y soltando agua en las proximidades terminó de amenizar improvisadamente este divertido momento.
El de las embarcaciones no era el único paseo que tenía destinada la tarde, y es que la siguiente actividad consistía en una caminata por la carretera de la presa en la que Jose Luis Vitalla, creador de coplas y gran conocedor de la historia de la construcción del embalse- deleitó con sus historias y conocimientos a un nutrido grupo de todas las edades que, unos en patines en línea otros a pie, recorrían el imponente malecón que contiene las aguas del embalse y que ofrece unas espléndidas puestas de Sol.
La actividad concluía en el espacio que se ha convertido en buque insignia del proyecto Estoesloquehay 2.0 Mar de Huesca: La Cultural de Tormos, el local referente de la actividad recreativa para los trabajadores de la presa en los años 20 del siglo pasado y que permanece con su aspecto original como si de una cápsula del tiempo se tratara. En el exterior tenía lugar un convite para todos los participantes de la jornada, en el que acudieron más de ciento cincuenta personas.
Un verdadero encuentro intergeneracional con personas de todas las edades –entre los que se encontraban un trabajador de la construcción de la presa de 97 años o una bebé de pocos meses- que disfrutaron de actividades con el paisaje de La Sotonera como protagonista de una forma abierta y participativa, en la que se contaron historias y se transmitieron saberes mientras se creaba comunidad.
Además, con esta actividad quedó reflejado otro de los objetivos fundamentales del proyecto Estoesloquehay 2.0 Mar de Huesca, consistente en favorecer la participación en la búsqueda de propuestas resolutivas a problemáticas comunes haciéndo partícipe y protagonista a la ciudadanía.