Han pasado más de 10 días desde la última vez que nos vimos.
Ha sido el tiempo necesario para decantar las ideas urgentes que surgieron alrededor de las tortillas en Montmesa y conformar los tres grupos motores, que se han trasladado, cómo no en este nuestro tiempo, a grupos de whatsup. En cada uno de los grupos, se ha consensuado nuestros siguientes encuentros, en cuándos, quiénes y dóndes.
Y así nos encontramos, este lunes 24 de julio, un lunes fresco para estas fechas, en Alcalá de Gurrea, concretamente en su centro social, a las siete de la tarde. Quienes primero han podido reunirse han sido los que eligieron mirar y pensar en la infancia en este territorio. Además de quienes están en el grupo vía móvil, en estos días entre un encuentro y otro también hemos invitado, a través de llamadas, a algunas personas más que otros vecinos y vecinas pensaban que podrían nutrir mucho un grupo que pensase en la infancia: los y las mayores. Y por supuesto quien más sabe de la infancia justo este año: una de las personas que les está acompañando todo el mes de julio en la Escuela de Verano.
Nos abren el salón, y nos ayudan a prepararlo, con una mesa redonda, y agua fresca para todos y todas. Van llegando las personas poco a poco, casi por goteo, y así nos da tiempo y lugar para ir compartiendo y conocernos sin mucha ceremonia. Nos vamos presentando, y y hablamos de jotas y tonos, de cocidos y comedores llenos, de mucho trabajo y también de las fiestas, que tiene que haber de todo. Hablamos de ganadería, es más, del premio nacional de ganadería en femenino.
Cuando el grupo está completo, presentamos de nuevo el Mar de Huesca a quienes no estuvieron en el primer encuentro y aclaramos algunas dudas que surgieron entonces.
Y vamos centrando el propósito del grupo, el embalse y la infancia. Atardecer y paraíso van de la mano del embalse para este grupo. Y cuando se junta con la infancia hace que broten aventuras, juegos, lugares: el Torreón de la Atalaya, las playetas, el Polvorín, la isla cultivada, la fuente la Culebra, la ermita, la desembocadura del Sotón, arboré…allí se pescan cangrejos, se lanzan piedras: la rana, se construyen casetas (y desde allí algún que otro ataque secreto a las huertas también), se crian tortugas, se nada, se vuela en bicicleta y hasta se recuperan balsas abandonadas que se vuelven a hacer flotar.
Bah, pero la chavalería no va ahora al embalse, si dejaran las maquinetas, dicen. Aunque también, si a mi me dice ahora mi hijo que se va al embalse solo le digo que ni hablar. Vaya, algo de los miedos y la seguridad de ahora se cuela. Y no solo eso: la piscina. Dejaron de ir al embalse exactamente desde hace 28 años, los años que tiene la piscina municipal.
La compañera de le Escuela de Verano nos confirma que los niños y niñas no van al embalse, y también piensa que no sabe cómo les convencería para ir caminando … (aunque según dicen por las huertas no habrá ni 4km desde Alcalá). Vamos a encontrar muchos motivos para convencerles.
La sensación de que no están conociendo los secretos de la Sotonera empieza a crecer, y por qué no les revelamos alguno de los secretos. Así la conversación va fluyendo hacia una tarde compartida en el embalse, una tarde para revelar el secreto de los espejos o cómo comunicarse cuál whatsup desde el torreón de la Atalaya hasta Alcalá, eso sí: después de merendar y antes de darse un baño al atardecer en las playetas.
Coge forma una propuesta para invitar a los niños y niñas, poniéndoselo fácil tanto a grandes como a pequeños (mejor ir en bus ;), a conocer alguno de los secretos mejor guardados de la Sotonera. Tal vez luego, quieran repetir, y tal vez con esas maquinetas lo puedan contar.
Se ha pasado la tarde volando, ya son casi las 9. Acordamos que recogeremos y ordenaremos todas estas ideas, y las pasaremos por el grupo. Para quienes no quieren estar en el whatsup, en el ayuntamiento lo imprimirán en papel. Y nos volveremos a juntar, para acordar el resto de detalles. Aunque quedan muchas ganas de seguir compartiendo vídeos de rincones, fotos de atardeceres, secretos del embalse.
