Un día después de empezar a juntar experiencias y secretos en el centro social de Alcalá, en un día de fuertes vientos, nos juntamos en la terraza del Club Náutico con el grupo que se animó a crear algo juntos, con el lenguaje audiovisual como medio.
Nuestra idea era juntarnos en la terraza, pero el viento se iba a llevar hasta nuestras ideas, así que los que llegamos primero cogimos una buena mesa en el interior. Una mesa grande junto a la ventana. Mientras llegaban los compañeros, e íbamos pidiendo de beber y picar, la conversación arrancó sobre lo efímero para dar un giro hacia el estado de las carreteras entre los pueblos alrededor del pantano.
Cuando ya estamos todas, y después de aclarar posibles dudas tras el primer encuentro, les proponemos una ronda para que cuenten qué relación tienen o han tenido cada uno con el mundo audiovisual. Solo con esa pregunta, van surgiendo lo que cada una de las personas del grupo puede aportar para crear conjuntamente este prototipo.
Hay quien no puede ni llevar la cuenta desde hace cuánto que lleva fotografiando La Sotonera, aunque sí que puede decir que desde el 91 que lleva haciendo vídeos del pantano. Y, claramente, puede aportar las mejores localizaciones para el audiovisual, todas las presentes queremos que nos lleve a esos tres puntos geodésicos desde los que disfrutar de las mejores vistas.
Otra persona del grupo venía con un montón de ideas: se imaginaba una escultura de una persona en las playetas, sentada, cogiéndose de las rodillas, mirando el atardecer. Una escultura con materiales naturales, y que fuera la propia naturaleza quien fuera completando, junto con el tiempo, la obra. Esa escultura podía ser la voz en off que narrase la historia, la historia de un día en el embalse. Un día para admirar los increíbles cielos, desde el amanecer al anochecer. Pero claro, la escultura no se puede mover, y las vistas de los distintos momentos del día son mejores en puntos distintos….
Mucho mejor, a quien había imaginado una escultura, ahora escucha y ve claramente a una compañera del grupo, que es todo expresión con su cuerpo, quien vaya narrando con movimientos y no muchas palabras lo que a este grupo les transmite el paisaje.
Un paisaje que nos deja con la boca abierta por los colores de sus inmensos cielos y las formas de las nubes, pero también por uno de los secretos más pequeños que esconde, y eso que se esfuerzan por hacerse ver: las luciérnagas. Qué suerte tener una compañera en el grupo que no propone bichear. Ella sabe mirar hacia los habitantes más invisibles, los insectos, y contar historias, que ahora llaman storytelling para implicar a la gente y hasta fomentar la biodiversidad a través de las redes sociales.
Nos vamos de viaje con luciérnagas, que nos recuerdan también el increíble cielo nocturno en la zona. Y..en nada las lágrimas de San Lorenzo, ¿pueden ser el final de un vídeo de no más de 3 minutos?
Tenemos que empezar a concretar. Contando con las localizaciones, y la propuesta de un día, en un vídeo de no más de 3minutos (por experiencia sabemos que no puede ser de más, aunque para eso se necesiten muchas tomas).
Vale, pues habrá que ponerse manos a la obra. Ponemos en común como van a ser las vacaciones, que el mes de agosto es lo que tiene, y quedamos en poner un apróxima reunión para ir cerrando el guion.
No sin antes despedirnos de este viento en el embalse, que hoy no deja salir a navegar, pero que hace que creamos que estamos casi frente al cantábrico.
Solo nos faltan los peines.
